30 de enero de 2009

Seres de otros planos


Eran las seis de la mañana. El dormitorio estaba oscuro, era invierno, aún no había amanecido.
Su esposo ya se había marchado al tr
abajo y decidió quedarse un rato más en la cama. De pronto una penumbra iluminó levemente el dormitorio, se habría quedado dormida y la mañana había avanzado. Estaba boca arriba cubierta por las cobijas, y no se podía mover, sólo girar un poco la cabeza. En la entrada del dormitorio una silueta se movía como indecisa, miraba hacia atrás como si hablara con alguien y volvía su atención hacia ella. Era delgada, no se podría definir como hombre o mujer. Vestía de negro incluso su cabeza. Era como si fuera el hombre o la mujer araña. Ella la miraba inmóvil y aterrada. La vio entrar lentamente y rodear la cama. LLegó a su lado y entornó su negro cuerpo sobre ella. Abrió los brazos hacia los costados y apoyó la cabeza sobre su pecho. Ella quería gritar y no pudo. Los sonidos y las palabras no salían de su garganta. Sentía a la silueta sobre su cuerpo, y nada podía hacer para echarla. Gritó con todas sus fuerzas. Estaba sentada, aterrada y llorando, miró hacia los costados, hacia la entrada del dormitorio, aún tenía miedo de moverse. La penumbra se había transformado en claridad pero igualmente encendió la luz. Había soñado. ¿soñado?, no, no había soñado, había estado con esa "cosa" ¿qué era? ¿quién era?. El corazón le latía con fuerza.

Se despertó repentinamente. A su lado dormía su esposo. Una blanca luminosidad entraba en el dormitorio desde el pasillo. Tenía que ir a ver. Se quiso levantar pero el cuerpo le pesaba, entonces se arrastó hasta el borde de la cama, giró la cabeza hacia afuera y la luz la encegueció. Pero tenía que saber de donde provenía. Se apoyó en un brazo y trató de levantar el cuerpo y ahí estaba, otra vez la negra silueta, caminando hacía ella. Erguida, segura, abriendo la espesa luminosidad con su paso. Ella gritó con desesperación, sabía que venía a buscarla, gritó, gritó y la maldijo, la echó con toda la fuerza de su alma. Con la cabeza hacia atrás aspiró una profunda bocanada de aire y tosió. Se sentó en la cama y buscó en la oscuridad el cuerpo de su esposo. Había soñado, otra vez. ¿Había soñado otra vez?


Un ruido hizo que se levantara de la cama. Se sentó y se calzó las pantuflas. Estaba oscuro pero en el umbral de la antecocina, muy cerca del dormitorio, estaba su gato, sentado y maullaba. Se acercó a él e intentó levantarlo, cuando un fuerte golpe impactó en su hombro derecho. Gritó del dolor y se echó ahcia atrás. Dos manos la empujaron contra la pared y la golpeaban contra esta. Ella estaba sorprendida y asustada. La silueta negra le pegaba con furia, tratando de vencer la resistencia que Ella ponía al alejarse de la pared. La silueta volvió a empujarla, quería hacerla atravesar los ladrillos, el concreto. Ella sintió dolor en todo el cuerpo y gritó. La silueta era fuerte y se movía con rapidez. Un idea apareció en su cabeza, no usaría la fuerza, sí, en cambio la inteligencia. Tenía que descubrir el rostro de ese ser. La tomó de los hombros y sintió como las manos de la silueta aprtetaban su cuerpo. Se concentró en su rostro y dirigió la fuerza hacia sus manos. Enganchó los dedos en la capucha negra y con desición la retiró hacia atrás y simultáneamente el pasillo se iluminó. La silueta la soltó y a una velocidad no humana empezó a girar la cabeza de un lado para el otro, sacudiendo el cabello corto. Ella se sorprendió al ver que se trataba de una mujer. Como aspirada por un remolino la silueta se esfumó. Con un grito se despertó, mojada de sudor. Un nuevo encuentro en sueños. ¿Realmente fue en sueños?

Un rato más tarde Ella vuelve a quedarse dormida y se encuentra en un gimnasio. De pronto siente que alguien de un golpe la aplasta contra la pared. Con la cara de costado trata de ver quien es su agresor, pero no logra ver a nadie. Siente en su interior el fracaso de quien la tiene sujeta. Siente la frustración y un último intento de llevarla. Pero Ella está segura a pesar de la agresión. La presión deja de existir y se libera, busca a su alrededor pero no ve a nadie. Sabe que todo finalizó.
Al despertar ya no tiene miedo por el contrario siente alivio y liberación.

Estos relatos son totalmente reales. Nos son historias, ni cuentos, ni pasajes extraídos de libros de terror ni de películas. Esta mujer cuyo nombre no voy a dar por una cuestión de privacidad,y a la que nombré como Ella ha experimentado estos episodios, a los que no puede denominar como sueños. En todo caso serían ensueños. Un sueño se vivencia, se siente, de otra manera.
El primero lo experimentó en Junio, el segundo en Setiembre de ese mismo año. El tercero y cuarto dos años después.
Ella vivió estos difíciles trances no en un sueño común, sino en un plano diferente al nuestro. Aunque relata que estaba en su cama, en su dormitorio, en el pasillo que comunicaba con la antecocina, también dice que no estaba en su plano de habitat diaria. En su casa no aparecen luminosidades espesas.


15 de enero de 2009

Seres de otros planos - continuación


Hablé de personas que públicamente como Gasparetto, tratan el tema de seres de otros planos. En lo personal puedo decir que tuve mis experiencias y no tengo problema en relatarlas. Pero hay un alto porcentaje de personas que admiten haber tenido contactos y vivencias desde diempre, sin embargo prefieren guardar silencio.
Yo, no me encuentro en ese porcentaje y pienso que es muy lindo poder compartir, es una forma de enriquecernos, estemos o no de acuerdo con lo que otros cuentan. El punto es poder tener un espacio donde hablar de "estos temas".
Y voy a comenzar con una de las más suaves.

La mujer en la escalera

Tenía una amiga que estaba con algunos problemas físicos, que finalmente solucionó. Era una mujer casada, con dos hijos casi adultos.
Los sábados acostumbraba ir a verla y hacerle un poco de compañía, porque el resto de la familia trabajaba o tenían otras actividades.
A mi amiga le habían indicado repos
o por ese tiempo.
Vivía en una casa, que en planta baja tenían el negocio familiar, y arriba habitaban ellos. La entrada al negocio era muy grande y al lado aparecía una puerta menos llamativa, que era la entrada a la casa, a la que se llegaba ascendiendo por una larga escalera.
Habíamos pasado una tarde amena, llena de comentarios y más comentarios y de pronto llaman al portero eléctrico. Mi amiga atiende y cuando vuelve hacia mi me pide por favor que baje a recibir unas empanadas y pizzas que había encargado para la cena de esa noche. Tenía una perra hermosa a la que llamaban "Mujer", y el animalito me quería mucho, cuando yo llegaba siempre se ponía a mi lado para que la acariciara.
Me dio las llaves para abrir la puerta de abajo y bajé acompañada de Mujer, que contenta pensaría que saldría a dar un paseo.
Cuando llegué abajo abrí la puerta y en ese instante sentí a mis espaldas una extraña sensación, me volví y vi en la mitad de la escalera a una mujer, parada con los brazos extendidos, sujetándose de los pasamanos de ambos lados. Tenía el cuerpo un poco inclinado hacia delante y vestía un camisón con una bata, un poco transparente. Era muy delgada y su cabello era corto y rizado. Me quedé mirando esa imagen que internamente sabía que no era de este mundo, cuando me hizo volver en mi el ladrido de la perra, que mirando lo mismo que yo, gruñía con enojo. El hombre del delivery me entregó las cuatro cajas con empanadas y pizzas. Recuerdo que hizo el comentario de que era una perrita guardiana, lo miré, no dije nada y giré nuevamente mi cabeza hacia la escalera. Ahí estaba todavía. La perra continuaba ladrando. Le pagué y cerré la puerta. Con la mano libre acaricié la cabeza de Mujer y le pedí que subiera conmigo. Al enfrentarme nuevamente a la escalera ya no estaba, había desaparecido. Tengo que reconocer que subí con cierta desconfianza y una sensación de temor me abrazó. Con la perrita pegada a mis piernas, ambas subimos hasta llegar a la casa.
Dejé las cajas en la cocina y me desplomé en un sillón. No me había dado cuenta de lo frío que estaba mi cuerpo. Cuando se lo relaté a mi amiga, pensó que le estaba haciendo una broma, pero al ver mi estado se asustó por mi y me costó mucho evitar que bajara.
En la casa la única persona que estaba era ella y el negocio estaba cerrado. Es decir que estábamos mi amiga, la perra y yo, nadie más. El animal ladró enfurecido, esa mujer era desconocida para ella. Mi amiga era una mujer gordita, de hermosa cabllera rubia aleonada. La mujer que yo vi era muy delgada y con el cabello rizado y oscuro.
¿Quién era esa mujer?, ¿Qué quería dejándose ver?. Desapareció al ver que me aproximaba a ella. Quizás la atravesé pero no la vi al subir las escaleras. Recuerdo que sentí frío, soledad y tristeza. Cuando llegué a mi casa le dediqué una oración. Esa alma quizás pedía ayuda, quizás, no lo sé.



12 de enero de 2009

Seres de otros planos- Contacto con otras dimensiones

continuación

En el post anterior publiqué un par de videos de Luis Antonio Gasparetto y comenté que había asistido a un seminario que dictó en Buenos Aires, por el año 1988, un fin de semana.
Puedo decir que si alguien pudo encantarme alguna vez en mi vida, esa persona fue Gasparetto.
Me interesa recalcar que no hubo ninguna exposición de sus cuadros y que tampoco hizo ninguna demostración. Para él, todo este espectáculo, aunque muy importante sólo significaba una pequeña parte, la que le había servido para salir al mundo, pero el conocimiento espiritual era otro.
El seminario fue riquísimo en información, habló del alma, de sus movimientos, de su respuesta ante estímulos como la angustia, la rabia, la envidia.Insistió mucho sobre las enfermedades que derivan de la culpa, decía que "la culpa es la forma de castigo más común". Luego tocó el tema de las enfermedades y su origen en la enfermdedades del alma. Habló del cáncer y su movimiento energético dentro del circuito de energía que todos poseemos.
Tocó el tema de la evolución del hombre en el mundo, y también de las otras dimensiones.
Nos enseñó ejercicios para recibir y dar energía y otros más.
La existencia de seres que nos acompañan, que están a nuestro lado aunque no los veamos también fue un tema que se destacó.
Creo que Gasparetto, es uno de esas personas que enseña lo que aprendió, para quien le preste atención. Pero en ningún momento adoptó la actitud ni del "Gurú", ni del "Maestro", ni del "Sabio". Por el contrario su aspecto infantil en contraste con su gran altura hacían de él una combinación de hombre-niño.
Es mucho lo que sabe, y además sabe expresarlo. De una intuición increíble, cuando lo escuchaba creía que me leía los pensamientos y no sólo me pasó a mi, a otras personas también, porque de pronto yo pensaba en un tema e inmediatamente cambiaba el curso de la charla y se volcaba de lleno al que estaba en mi mente.
No pude asistir a otros seminarios de él, incluso ignoro si ha vuelto a la Argentina, pero sería muy bueno que volviera y que desarrollara algunos temas que en aquél seminario por una cuestión de tiempo no pudieron ser tratados.
Le agradezco a Luis Antonio Gasparetto, todo lo que aprendí en aquel seminario del año 1988.


5 de enero de 2009

Seres de otros planos-Contacto con otras dimensiones


De acuerdo a la física cuántica entendemos, un poco, sobre las dimensiones como lo que se detalla en estos dos videos.




Es evidente que no nos quedan muy en claro ciertos conceptos, y sobre todo al común de la gente. A personas que no somos científicos y que resulta complicado poder entender el funcionamiento y la coexistencia de las dimensiones, expresadas con términos tan específicos.

En paralelo a la ciencia y a sus investigaciones, camina otra ruta instalada desde antaño, lo que habitualmente llamamos espiritualismo, que llevado por la intuición, también nos hace descubrir otras realidades.

Recuerdo que por el año 1988, asistí a un seminario dictado por Luis Antonio Gasparetto, un espiritualista y psicólogo, nacido en San Pablo-Brasil. Este hombre se destacó y aún lo hace por sus pinturas y una trayectoria en la psicología espiritual. En estado de trance incorpora a los espíritus de grandes pintores como Renoir, Da Vinci, Rembrandt, Toulouse Lautrec, Picasso, Monet y otros. Pinta los cuadros en oscuridad, sólo iluminado por un luz roja, y lo hace con las manos y también con los pies.





En el libro libro: "El arte de ensoñar" de Carlos Castaneda, también se hace referencia a contactos con otros mundos. Algunos párrafos del libro.

“Don Juan era ciertamente un intermediario entre el mundo natural de la vida y un mundo invisible, al cual él no llamaba lo sobrenatural, sino la segunda atención”


“Don Juan sostenía que nuestro mundo, que creemos ser único y absoluto, es sólo un mundo dentro de un grupo de mundos consecutivos, los cuales están ordenados como las capas de una cebolla. Él aseveraba que aunque hemos sido acondicionados para percibir únicamente nuestro mundo, efectivamente tenemos la capacidad de entrar en otros, que son tan reales, únicos, absolutos y absorbentes como lo es el nuestro”


“Los brujos de la antigüedad desarrollaron una serie de prácticas designadas a reacondicionar nuestras capacidades energéticas de percepción. Llamaron a esta serie de prácticas el arte de ensoñar”


“En otra ocasión, don Juan me dijo:- El ensueño únicamente puede ser experimentado. Ensoñar no es tener sueños, ni tampoco es soñar despierto, ni desear, ni imaginarse nada. A través del ensueño podemos percibir otros mundos, los cuales podemos ciertamente describir, pero no podemos describir lo que nos hace percibirlos. Sin embargo podemos sentir como el ensueño abre esos otros reinos. Ensoñar parece ser una sensación, un proceso en nuestros cuerpos, una conciencia de ser en nuestras mentes”